La CPRE, o colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, es un procedimiento ambulatorio que se realiza principalmente para identificar un problema en las vías biliares o el páncreas. Los trastornos de las vías biliares, la vesícula biliar y el páncreas suelen ser consecuencia de la dieta, el medio ambiente y la herencia. Pueden dar lugar a diversos síntomas o enfermedades.

La CPRE puede utilizarse para comprobar:

  • cálculos biliares, que quedan atrapados en el conducto biliar principal
  • obstrucción del conducto biliar
  • ictericia amarilla, que vuelve la piel amarilla y la orina oscura
  • dolor abdominal superior no diagnosticado
  • cáncer de vías biliares o de páncreas
  • pancreatitis (inflamación del páncreas)

Si durante el examen se detecta un cálculo biliar, a menudo puede extraerse, eliminando la necesidad de una intervención quirúrgica mayor. Si una obstrucción del conducto biliar provoca ictericia amarilla o dolor, puede aliviarse mediante CPRE.

Preguntas frecuentes

  El hígado produce bilis, que fluye por los conductos, pasa o llena la vesícula biliar y luego entra en el intestino (duodeno) justo después del estómago. El páncreas, que mide entre 15 y 20 cm de largo, se sitúa detrás del estómago. Este órgano segrega enzimas digestivas que fluyen hacia el intestino a través de la misma abertura que la bilis. Tanto la bilis como las enzimas son necesarias para digerir los alimentos, por lo que es importante diagnosticar cualquier problema lo antes posible.

  El examen en sí es bastante sencillo y suele durar entre 20 y 40 minutos. El médico le adormecerá la garganta con un aerosol o solución y normalmente le administrará un sedante suave. A continuación se introduce suavemente el endoscopio en la parte superior del esófago. Se introduce un tubo fino a través del endoscopio hasta el conducto biliar principal que entra en el duodeno. A continuación, se inyecta un colorante en este conducto biliar y/o en el conducto pancreático y se toman radiografías. El médico le pedirá que se acueste sobre su lado izquierdo y luego se gire sobre su estómago para permitir la visualización completa de los conductos. Tras la intervención, le llevarán a la zona de recuperación.

Un endoscopio es un tubo flexible iluminado con un diminuto chip informático ópticamente sensible en el extremo. A medida que el médico lo desplaza por el tracto gastrointestinal superior, se transmiten señales electrónicas desde el endoscopio a un ordenador que muestra la imagen en una pantalla de vídeo. Un canal abierto en el endoscopio permite pasar a través de él otros instrumentos para realizar biopsias, inyectar soluciones o colocar endoprótesis.

  Antes de una CPRE, no puede comer ni beber nada durante ocho horas.Su médico puede pedirle que deje de tomar ciertos medicamentos, como la aspirina, antes del procedimiento. Además, es conveniente que alguien le lleve y le traiga de la prueba.

  Tras el procedimiento, su médico le explicará los resultados. Si los efectos de los sedantes son prolongados, el médico puede sugerir una cita de seguimiento para revisar los resultados.

  Puede experimentar un dolor de garganta leve y temporal. La complicación más frecuente de la CPRE se llama pancreatitis, una inflamación del páncreas, pero sólo se produce en un tres a un cinco por ciento de los casos. La pancreatitis provoca dolor abdominal y, en ocasiones, la necesidad de hospitalización. Otro riesgo es la hemorragia excesiva, sobre todo cuando se utiliza el electrocauterio para abrir un conducto obstruido. En raras ocasiones, puede producirse una perforación o un desgarro de la pared intestinal. Estas complicaciones pueden requerir hospitalización y, en raras ocasiones, cirugía.