Se trata de una enfermedad benigna causada por divertículos o bolsas o hendiduras en forma de globo que se desarrollan en los puntos débiles de la pared intestinal, normalmente el colon. Estas bolsas pueden causar molestias, diarrea y/o estreñimiento. Aproximadamente la mitad de los estadounidenses de entre 60 y 80 años (y casi todos los mayores de 80) padecen diverticulosis. Las bolsas se desarrollan debido a la presión ejercida en su interior por la contracción del colon.

La diverticulitis es una complicación de la diverticulosis que se produce cuando un pequeño orificio en un divertículo o bolsa permite que las bacterias del colon se filtren a través de su pared y causen inflamación o infección fuera del colon. Puede ser dolorosa y requerir cirugía, y es más frecuente en pacientes mayores de 80 años.

Ambas afecciones pueden tratarse con éxito mediante dieta, medicación y/o cirugía.

Preguntas frecuentes

En la diverticulosis se aprecian pocos síntomas, salvo quizá molestias intermitentes y espasmódicas en la parte inferior izquierda del abdomen. Una complicación puede ser la hemorragia de los vasos sanguíneos de los divertículos, que puede provocar un chorro de sangre por el recto o heces negras.

Los síntomas de la diverticulitis incluyen dolor abdominal bajo, náuseas, vómitos y, en ocasiones, estreñimiento. Los síntomas pueden ser leves, con ligeras molestias en la parte inferior izquierda del abdomen, o extremos, con dolor intenso y fiebre. La afección también puede ir acompañada de abscesos abdominales u obstrucción del colon.

La diverticulosis puede descubrirse durante un enema opaco o una colonoscopia. La mayoría de las personas son asintomáticas y nunca se darán cuenta de que padecen esta enfermedad.

Su historial médico es la herramienta más importante del médico para diagnosticar la diverticulitis. También puede detectarse mediante un examen físico o utilizando herramientas de diagnóstico como una radiografía por tomografía computarizada, una radiografía por enema de bario o una sigmoidoscopia o colonoscopia flexibles.

La diverticulosis puede prevenirse si se trata a una edad temprana. La fibra, el salvado y los forrajes pueden ayudar a "abultar" y ablandar las heces, reduciendo con el tiempo la presión en el colon. Los agentes de volumen como el psilio y la metilcelulosa son de venta libre y también pueden ser eficaces. Se pueden utilizar medicamentos para reducir los espasmos del colon y disminuir el estrés emocional, que se sabe que causa espasmos y posiblemente la formación de divertículos.

La diverticulitis requiere antibióticos y reposo del intestino evitando alimentos o, a veces, incluso líquidos. En casos graves, episodios recurrentes o cuando la diverticulitis aparece a una edad temprana, puede ser necesaria la cirugía para extirpar la porción enferma del colon.