La enfermedad de Crohn, también conocida como enfermedad inflamatoria intestinal, es una enfermedad autoinmune crónica, lo que significa que el sistema inmunitario ataca a las propias células del organismo. Aunque puede aparecer en cualquier parte del tubo digestivo, suele afectar al íleon, que es la parte del tubo digestivo donde se unen el intestino delgado y el grueso. La enfermedad de Crohn puede causar inflamación, engrosamiento de la pared intestinal y formación de úlceras profundas.
Los síntomas de la enfermedad de Crohn incluyen dolor abdominal, fiebre, diarrea, pérdida de apetito, pérdida de peso, masa abdominal, ruidos abdominales (como gorgoteo o salpicaduras), fatiga, hemorragia gastrointestinal, heces fétidas y dolor al defecar. Su médico puede hacer un diagnóstico mediante un examen físico. También pueden ser necesarias pruebas adicionales, como endoscopia, colonoscopia o sigmoidoscopia, seguimiento del intestino delgado, enema opaco, serie gastrointestinal superior, endoscopia capsular (cámara de pastillas) o cultivo de heces.
Preguntas frecuentes
Los únicos factores de riesgo conocidos son los antecedentes familiares de la enfermedad, la ascendencia judía asquenazí y el tabaquismo. Los periodos de mayor riesgo de su aparición son durante la adolescencia y los primeros años de la edad adulta.
Su médico puede recetarle diversos medicamentos para controlar la inflamación, así como antibióticos, si son necesarios, para tratar abscesos o fístulas (conexiones anormales que se producen entre el intestino y los órganos adyacentes). Si estos tratamientos no son eficaces, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para extirpar la porción enferma del intestino.
Dado que su causa no se conoce del todo, no es posible controlar la enfermedad de Crohn sin utilizar medicamentos recetados. Sin embargo, es importante seguir una dieta equilibrada con suficientes calorías, vitaminas y proteínas. Si hay alimentos que empeoran la diarrea, debe evitarlos. También es posible que deba mantenerse alejado de las frutas y verduras crudas si tiene una obstrucción intestinal. Si tiene dificultades para digerir la lactosa (azúcar de la leche), también debe evitar los productos lácteos.
Los problemas alimentarios pueden variar mucho de una persona a otra, así que asegúrese de consultar a su médico para analizar los detalles de su situación.
Sí. Erupciones cutáneas, fístulas, inflamación del hígado, enfermedades de las articulaciones (como la artritis), inflamación de los ojos, cálculos renales y problemas de coagulación pueden ser consecuencia de su efecto sobre otros órganos.
No. La enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica, lo que significa que los pacientes fluctúan entre periodos de mejoría y en los que se sienten mejor y aquellos en los que sus síntomas empeoran. Debe programar visitas periódicas con su médico para controlar de cerca su estado.