Para los pacientes que sufren disfunción intestinal y vesical, el fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico puede ofrecer mejoras significativas de lo que pueden ser síntomas embarazosos o incluso dolorosos. Este programa es un método indoloro y no quirúrgico de reentrenamiento de los músculos del suelo pélvico para ayudar a los pacientes a recuperar el control de la vejiga y la función intestinal.

Preguntas frecuentes

Los músculos del suelo pélvico están situados entre las piernas y van desde el hueso púbico hasta la base de la columna vertebral. Tienen forma de cabestrillo y sostienen los órganos pélvicos, como el intestino y la vejiga.

La disfunción del suelo pélvico es un trastorno funcional o debilitamiento de los músculos y/o nervios del suelo pélvico. Es extremadamente frecuente (especialmente a medida que envejecemos) y puede dar lugar a síntomas de urgencia, estreñimiento crónico o incontinencia fecal/urinaria.

Junto con un examen físico y la comprensión de todos los síntomas que experimenta, su profesional sanitario puede realizarle una prueba de manometría anorrectal para evaluar la fuerza de los músculos del esfínter anal.

La manometría anorrectal mide el funcionamiento del ano y el recto. Para esta prueba, se le pondrá una bata de hospital y se le pedirá que se tumbe sobre el costado izquierdo. Se le introducirá suavemente en el recto un pequeño catéter flexible con sensores de presión y un globo en el extremo. Durante la prueba, el globo se inflará en el recto para evaluar las vías reflejas normales. La enfermera también puede pedirle que apriete, relaje y empuje en distintos momentos para medir los músculos del esfínter anal. La prueba dura aproximadamente 30 minutos y es poco probable que cause dolor. Inmediatamente después de la prueba, podrá conducir hasta su casa y reanudar su actividad diaria normal.

Durante las visitas semanales con una enfermera especializada en suelo pélvico, las pacientes se someterán a un plan de rehabilitación muscular individualizado que puede incluir ejercicios de contracción, biorretroalimentación EMG (que mide la tensión muscular), ecografía y estimulación eléctrica suave de los músculos pélvicos.

En la visita inicial, la enfermera le hará un historial médico, le explicará detalladamente el tratamiento y responderá a todas sus preguntas. También se le realizará una manometría anorrectal para evaluar la fuerza actual de los músculos del esfínter anal. Esta primera sesión suele durar aproximadamente una hora.

Las sesiones de seguimiento se realizarán una vez a la semana y suelen durar unos 30 minutos. Su programa individualizado puede incluir entre cuatro y ocho sesiones en función de su estado específico, ya que el entrenamiento muscular es único para cada paciente. Para evaluar el progreso de su fuerza muscular pélvica, se realizarán dos pruebas adicionales de manometría anorrectal a lo largo del programa.

Cada semana se le entregarán ejercicios para realizar en casa antes de la siguiente sesión de terapia.

Al igual que otros músculos del cuerpo, los músculos del suelo pélvico se fortalecerán con un programa de ejercicios. Al trabajar el suelo pélvico de forma regular y adecuada, el 75-90% de los pacientes tratados con este tipo de terapia experimentan una mejora significativa de sus síntomas. De hecho, los cambios suelen notarse en tres o cuatro semanas.

Las sesiones de entrenamiento de los músculos del suelo pélvico se realizan actualmente en nuestra oficina de Northside en Sandy Springs y en la oficina de Kennestone en Marietta.